Esta decisión implicó un largo camino de muchos aprendizajes con un denso desarrollo, porque no es tan sencillo como cambiar el punto de apoyo de los tirantes.

Al juntar tantos puntos de soldadura en una área tan pequeña, ambos tirantes se unen en la misma zona media del tubo de sillín y comprobamos que se producían deformaciones internas y externas, que alteraban y comprometían un punto de carga muy alto.

Para poder aplicar este tren trasero compacto, hay que fabricar más de cinco piezas diferentes, soldarlas en un orden y en unos tiempos muy concretos, con un procedimiento minucioso que forme un conjunto sólido con garantía de por vida.

Si apuestas por Vanguard, estamos seguros de que valorarás todo este trabajo de alta precisión en el que el método, el respeto y el análisis radical de cada elemento, se han ejecutado con la excelencia como estándar para que sientas la calidad en cada pedalada sobre el asfalto.